Con motivo del aniversario del hijo de una amiga estuve buscando un regalo que pudiera gustarle al niño, estudié diferentes opciones: juguetes, -no, porque ya tenía muchos-; ropa, -también tenía y sabía que le regalarían más sus familiares…
Con motivo del aniversario del hijo de una amiga estuve buscando un regalo que pudiera gustarle al niño, estudié diferentes opciones: juguetes, -no, porque ya tenía muchos-; ropa, -también tenía y sabía que le regalarían más sus familiares… Me decidí por un libro personalizado y estuve mirando lo que había en el mercado, pero ninguno me acababa de convencer porque eran historias estándar donde lo único personalizado era el nombre del niño y/o el nombre de los padres y la ciudad donde viven o, como mucho, la inclusión de una foto de la cara de la criatura.
Asimismo viendo ciertos cuentos estándar, la historia y su manera de explicarse deja mucho que desear, por ejemplo: era una princesa bella, ¡claro si no eres bella no puedes ser princesa!, era un niña obediente que cumplía sin rechistar… ¡eeehhhh!, ¿cómo? Yo deseaba regalarle algo hecho única y expresamente para él. Algo que fuera un recuerdo para el futuro. Un recuerdo de aquellos que te “hacen saltar las lágrimas”. Por eso creé un cuento personalizado, hecho únicamente para él y que giraba entorno a la dificultad que tenía para dormir seguido durante toda la noche, -y digo que tenía, porque ahora ya duerme como un angelito-.
Así fue cómo creé SuperMoi, el terror dels malsons (SuperMoi, el terror de las pesadillas, el libro está en catalán). Espero que te guste, a sus padres les encantó y al pequeño Moisés más.